Una multitud en Perú le dio la bienvenida al Dakar en la largada simbólica
En cuestión de horas, el colorido de la ceremonia de apertura le dejará lugar a la competencia pura, la velocidad, la destreza para navegar los caminos. El Dakar, que en 2019 será propiedad exclusiva del territorio peruano, empezará a olvidarse del ruido de lo que fue una fiesta multitudinaria para enfrentarse con la aridez de la geografía: un recorrido que llegará desde la capital hasta Tacna, la ciudad que servirá como extremo sur. Serán 5600 kilómetros, muchos menos de los 9 mil del pasado, pero una ida y vuelta dividido en tres zonas que exigirán el físico y la mente. Desde ahora, es tiempo de competencia. Las primeras clasificaciones serán a partir de hoy, después del primer especial de 84 kilómetros por la región de Pisco. Un recorrido dominado por la arena, que servirá como presentación de lo que los participantes denominaron el festival de las dunas. Empezará el desafío para los 334 vehículos, que se dividen en 137 motos, 26 quads, 130 coches -30 de ellos en la categoría Side by Side- y 41 camiones. Atrás quedarán los últimos días, esos que los pilotos utilizaron para disfrutar de lo que llaman la vida contemplativa. Monsieur Dakar, como se lo conoce a Stephane Peterhansel, ganador de la competencia en 13 oportunidades, entre motos y autos, aprovechó el espacio libre para organizar una escapada romántica junto con su esposa Andrea Mayer por Machu Picchu.
Toda una aventura para ambos, una manera de despejar la mente antes de la exigencia: para el consagrado piloto francés como para su mujer, que participará en la categoría Side by Side. Una experiencia que el matrimonio toma con miras al futuro, ya que es el deseo de ambos correr el próximo año junto, con un Mini. La idea es que esa carrera sirva de despedida para Peterhansel. Si Monsieur Dakar hizo un máximo aprovechamiento del turismo, el príncipe Nasser AlAttiyah le dedicó su tiempo a la gastronomía. La cocina peruana conquistó el mundo con sus sabores y la representación de identidad cultural, un desafío que no desanimó al qatarí, que preparó ceviche bajo las indicaciones de uno de los chefs más reconocidos de Lima. También el francés Sébastien Loeb, multicampeón de rally, durante el espacio de ocio participó de una de las movidas que impuso la automotriz Peugeot en la previa del Dakar: un duelo entre el modelo 3008 de la marca francesa y... un avión. La puja entre Mini y Toyota es el duelo más esperado entre los autos.
Las motos son el alma del Dakar, la categoría insigna de una competencia que exige el físico como ninguna otra. KTM marca el pulso, imponiéndose desde 2001; Honda pretende en Perú terminar con la hegemonía. No resultó extraño que los espectadores buscaran a los pilotos para tomarse selfie, entre ellos el argentino Kevin Benavides, una de las principales espadas de la marca japonesa que intentará destronar a su rival. Si el salteño es la bandera de la Argentina en las motos -su hermano Luciano competirá por segunda vez, con KTM-, entre los nombres que se destacan en autos asoma el mendocino Orly Terranova (Mini), undécima participación consecutiva. La tripulación que lidera Federico Villagra con Adrián Yacopini y Ricardo Torlaschi (Iveco) buscará desafiar en camiones a la armada rusa de Kamaz. El Pato Juan Manuel Silva será el único representante criollo en SxS... Los quads tendrán nueve competidores de bandera argentina a la caza del golpe, como dieron los hermanos Marcos y Alejandro Patronelli en el pasado.
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