Facundo Campazzo dejará de jugar en la NBA con Dallas Mavericks
Desde Estados Unidos, primero surgió la información de que Dallas Mavericks estaba muy cerca de fichar a Kemba Walker, un base que supo de ser de elite pero hace años que lucha con problemas físicos y cortes de los equipos que refuerza. En ese momento, sabiendo que el equipo debía hacer un lugar en el plantel, te comenzó a temer lo peor. El apuntado, especialmente por no tener contrato garantizado, pasó a ser Campazzo. Había otras opciones, como la de Theo Pinson o Frank Ntikilina, pero el tema salarial fue la gran diferencia, además de las características del cordobés, que no encajaron en el equipo y, viendo las últimas temporadas, tampoco en el nuevo juego de la NBA.

Lo mismo que dijo Mike Malone en Denver. Cada vez queda más claro que los entrenadores declaran para la tribuna, para quedar bien. O que, al menos, no dicen todo lo que piensan. Porque Campazzo nunca jugó de Campazzo. Ni en Denver ni ahora en Dallas. Está claro que el juego actual de la NBA no está hecho para un armador puro como él, que necesitaba la pelota para manejar los ritmos y hacer jugar a sus compañeros. Y menos cuando el equipo que refuerza es tan dependiente de un jugador, que tiene casi todo el tiempo la pelota en la mano y toma el 80% de las decisiones. Como los Nuggets eran Deportivo Jokic, los Mavs son Deportivo Doncic.
Facu necesita la pelota pero no se le dieron en Denver ni en Dallas. Las pocas veces que lo pusieron, lo ubicaron a un costado para que sea tirador. Y, lo sabemos, FC no lo es. Tampoco es un guardia versátil y anotador, lo que hoy está de moda. En esta temporada tuvo un 23% de campo y 27% en triples, anotando apenas 10 puntos en los escasos 52 minutos que le dieron. En sus 138 juegos en la NBA, su media es 5.3 tantos, con 37% de campo y 32.6% en triples. Demasiado poco. Lo suyo es aportar en otras facetas, pero eso no es lo que le piden hoy en día.

Campazzo no pudo convencer a Kidd. Los entrenamientos, lo sabemos, tienen muy poca importancia en la NBA, porque son muy light básicamente porque se juega muy seguido. Entonces, la confianza debés ganártela en los pocos minutos que te dan. Facu, por caso, lo hizo muy bien en el primer tiempo ante Houston, cuando Doncic descansó, el 16 de noviembre. Con su agresividad en ambos costados, cambió el partido y Dallas lo dio vuelta. Pero en la segunda mitad, falló algunos tiros, perdió confianza, salió y los Rockets se llevaron el juego. Luego entró en otros cuatro partidos, pero siempre en los "minutos basura", de relleno, con los partidos definidos.
Además de su falta de ofensiva, en términos de puntos y porcentajes, su eficiencia defensiva tampoco fue buena, algo que es su fuerte. Y los Mavs, necesitados en ese apartado, tomaron nota. Su baja estatura y la excelsa calidad ofensiva que abunda en la NBA no le permitieron dejar su huella en ese costado. La otra parte lo hizo el contrato que firmó. Como llegó a último momento, los agentes no pudieron lograr más que un acuerdo parcialmente garantizado, el único de los 15 jugadores del plantel. Esto le daba a Dallas un poco de flexibilidad si tenía que hacer cambios. Hasta Kidd lo reconoció. Así era sencillo que pagara Campazzo ante cualquier cambio.
Hace pocas horas el entorno del jugador conoció la noticia y se puso a trabajar en su futuro. Hoy parece difícil que aparezca otro hueco en la NBA, aunque siempre surgen. Más que nada porque, últimamente, lo de Campazzo no da para confiar. Tiene que aparecen un entrenador demasiado convencido en darle minutos y confianza en su esencia. No surge como factible. Sí el regreso a Europa, que Campazzo quiso postergar a toda costa porque, ya sabemos, Facu ya hizo allá todo lo que tenía que hacer: ganar cada torneo y ser el MVP de finales, nada menos que en el equipo más grande, el Real Madrid.

Milano, con Ettore Messina como coach, aquel que ayudó a formar a Ginóbili y tuvo su paso NBA, podría ser otra opción, según reportan. Hoy está segundo en la Lega con marca de 7-1, pero último en la Euroliga con 3-7. El Real, que además tiene a su amigo Gabriel Deck, está tercero con 7-3. Campazzo todavía debe parte de la cláusula de rescisión para irse a la NBA, pero la clave pasa por que ambas partes, sobre todo del Madrid, dejen de lado algunos roces que sucedieron en los últimos tiempos por negociación que no llegaron a buen puerto
Veremos qué sucede. Por lo pronto, la NBA le cerró otra puerta en la cara a Campazzo. Veremos si quiere seguir golpeando o si se da vuelta, con valija en mano, y busca volver adonde fue feliz, ya con 31 años. Talento y personalidad le sobran. Antes y ahora.
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