Los dos terminaron con alegría, pero en historias bastante diferentes: el Peque se impuso en una dura batalla por 6-3, 3-6, 7-6 (9-7), 2-6 y 6-2 al húngaro Marton Fucsovics, mientras que el correntino logró un triunfo convincente por 7-6 (7-3), 6-3 y 6-0 frente al checo Jiri Vesely.

Schwartzman, 20° del ranking mundial tras haber accedido a las semifinales del Masters 1000 de Roma la semana pasada, fue el primero en arrancar su participación, en la cancha 14, contra el húngaro Marton Fucsovics (38° del ranking).

Fue bueno el comienzo del número 2 de Argentina, que quebró el saque de su rival en el cuarto game del partido y a partir de ahí se encargó de sostener su ventaja, no sin algunos sofocones, para cerrar en 6-3 la chapa del primer parcial.

Parecía que el Peque podría continuar con su dominio en el segundo set, sobre todo después de que volvió a pasar adelante con un quiebre prematuro. Pero entonces apareció en escena el tenis de Fucsovics, un jugador que cuando se inspira puede complicar a cualquiera.

El húngaro se quedó con cuatro games consecutivos y dio vuelta la historia, y ni siquiera trastabilló cuando el argentino recuperó el quiebre en el séptimo game. En el juego siguiente volvió a quebrar y se quedó con el set por 6-3 para nivelar la historia.

?El tercer set fue una historia diferente a lo anterior y, sobre todo, muy cambiante. Pareció en algún momento que a Peque podía empezar a escapársele la historia, pero su voluntad pudo más y el desenlace quedó para el tie-break, otro cuento aparte. Llegó a estar arriba 5-1 el argentino, pero el húngaro se recuperó y ganó cuatro puntos consecutivos. Al final, en el tercer set point, el argentino consiguió imponerse por 9-7 y pasar otra vez adelante en el marcador.

Enseguida consiguió sacar ventaja Schwartzman en el cuarto set y pareció que se encaminaba a la victoria, pero entonces vino uno de los tantos giros del partido. Nada menos que seis juegos consecutivos se llevó Fucsovics para conseguir el 6-2 y llevar el desenlace a un quinto set.

Por su parte, Mayer (68°) venció a Vesely (105°) y estiró a 6-1 su ventaja en el historial para meterse en segunda ronda. El correntino, con un quiebre prematuro, había arrancado mejor pero después entró en una laguna, y permitió que su rival diera vuelta el trámite, tanto que llegó a sacar para set. Pero Leo se recuperó a tiempo y llevó el desenlace al tie-break, donde se impuso por 7-3.

En el segundo parcial se terminó de afianzar el Yacaré. Aunque no pudo cerrar con su saque en el octavo game, un nuevo quiebre le permitió imponerse por 6-3 y quedar a un paso de alcanzar la segunda ronda.

Ya no hubo espacio para variantes en el trámite. Con Vesely entregado a su suerte, el partido se convirtió en un monólogo del correntino, que llegó a la victoria sin ceder un solo game. Ahora enfrentará en segunda ronda justamente al ganador de Schwartzman-Fucsovics.

Más allá de la actividad de los argentinos, el domingo tiene como atractivo principal la presentación de Roger Federer, quien regresó a París tras cuatro años de ausencia. El suizo, tercero en el escalafón mundial, venció sin problemas en el estadio Philippe Chatrier al italiano Lorenzo Sonego (73°) por 6-2, 6-4 y 6-4.

Para el lunes quedó el debut del bahiense Guido Pella (22°) y el porteño Guido Andreozzi (102°), que jugarán entre sí aproximadamente desde las 7.30 (hora argentina); también del cordobés Juan Ignacio Londero (78°), quien desde las 6, en su primera aparición en el cuadro principal de Roland Garros, chocará con el georgiano Nikoloz Basilashvili (18°)

Recién el martes se presentará el mejor argentino del ranking, Juan Martín Del Potro (9°), quien se medirá en su primera presentación con el chileno Nicolás Jarry (75°), quien viene de tener una gran actuación en el ATP 250 de Ginebra, donde solo cayó en la final, tras dura lucha, contra el alemán Alexander Zverev, número 5 del ranking. Si bien es un rival de riesgo, al argentino lo respalda también su buen rendimiento en el Masters 1000 de Roma, en el que cayó en cuartos de final en un gran partido contra el número 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic.