Domingo 17 de Enero de 16

Comienza Australia, el primer Gran Slam de la temporada

El serbio Novak Djokovic, que el año pasado asombró con una campaña cercana a la perfección, es el principal favorito y pretende su sexto título en el primer Gran Slam del año. La legión argentina, tras un mal 2015, irá con seis tenistas.
Canchallena.
Canchallena.
El río Yarra serpentea y se surca con ritmo cansino entre el dédalo de torres y edificios de aspecto futurista que conforman el downtown, un espacio céntrico repleto de locales de comidas rápidas, tiendas y oficinas. A unas pocas cuadras del corazón de la ciudad se yergue el Melbourne Park, convertido desde hace años en un universo blue; un mundo con azules de todos los matices, que por estos días se convierte en la tierra de las oportunidades para cientos de jugadores que buscan la gloria o, al menos, una actuación de renombre en el Abierto de Australia , primera gran estación del planeta de las raquetas en 2016, que comenzará en la noche argentina de hoy.

Son días de actividad febril en las entrañas del Rod Laver Arena, entre aquellos que disputan la qualy, y los muchos que eligieron acudir bien temprano para entrenarse en las canchas del inmenso parque, que en cada temporada suma novedades y comodidades para sus huéspedes. Entonces, no extraña que en los pasillos el legendario Roger Federer se cruce con jugadores que están por detrás del puesto 200° del ranking.

Mientras todos ajustan los preparativos, asoma un interrogante que sólo encontrará respuesta en los próximos días: ¿quién le puede colocar el cascabel a Novak Djokovic ? El serbio, que tomó con firmeza las riendas del circuito y el año pasado asombró con una campaña cercana a la perfección, va por su sexto título en Australia, cifra que le permitiría igualar la plusmarca de Roy Emerson, máximo ganador del torneo con seis conquistas entre 1961 y 1967. Y de paso, buscará acortar distancias en la lista de los que tienen más títulos de Grand Slam. Djokovic llega a Melbourne con 10 consagraciones, aún lejos de Federer (17) y Nadal (junto con Sampras, 14), pero si mantiene su dominio del circuito estará cada vez más cerca de los mencionados. A modo de aviso, arrancó el año con la conquista del torneo de Doha. Y Australia, por evidentes razones, es un torneo que lo ha visto en inmejorable forma.

Desde luego, Djokovic no es invulnerable. Pero sí ha hecho bastante para, al menos, parecerlo. Lo sabe Rafael Nadal , que viene de sufrir una paliza (6-1 y 6-2) contra el serbio, en la final de Doha. Campeón en 2009, y finalista en 2012 y 2014, Australia es una oportunidad para que Nadal intente recuperar la memoria luego de un 2015 huérfano de Grand Slams, un año en el que mostró su lado más vulnerable: lo sorprendente es que las dudas no estuvieron en el físico, sino en la mentalidad, que siempre había sido su bastión mayor. "Novak está jugando mejor que los tenistas de arriba en el ranking. Está jugando muy bien y en el partido contra mí -en Doha- estuvo especialmente bien. Es difícil verle perder. Pero espero estar ahí, cerca suyo", contó el zurdo de Manacor.

"Si mirás la temporada anterior, Novak fue el jugador más dominante por lejos. Se merece que le pongan una pequeña estrella al lado de su nombre porque está haciendo las cosas tremendamente bien", consideró Federer. ¿Podría ser un desafiante? Sus 17 Grand Slams -cuatro de ellos en Melbourne- lo avalan, y en 2015 alcanzó las finales de Wimbledon y el US Open, perdidas ambas ante Djokovic. El año pasado sufrió aquí un tropezón prematuro contra Andreas Seppi; luego, se las arregló para evolucionar -una vez más- a los 34 años. El ahora número 3 del mundo tiene capacidad de sobra para llegar a instancias decisivas; su jerarquía de leyenda no se pone en discusión, pero también es cierto que lleva casi cuatro años sin ganar uno de los majors -desde Wimbledon 2012-.

¿Podría ser el "otro" suizo? Al fin "de cuentas, Stan Wawrinka fue el que le impidió el pleno de Grand Slams a Djokovic el año pasado, al ganarle la final de Roland Garros. A veces es víctima de sus propios baches, pero en plena forma es un rival peligrosísimo para cualquiera. Ya sabe lo que es ganar títulos grandes, incluida la final de Australia 2014, a expensas de un Nadal disminuido. Pero, como el resto, considera a Djokovic el gran candidato: "Está jugando de manera increíble. El nivel que está mostrando es alucinante, por eso es el número 1 del mundo".

En la nómina lógica de candidatos no puede faltar Andy Murray , que apunta a ganar por primera vez aquí. Melbourne es una espina para el escocés, con cuatro finales perdidas, una ante Federer (2010), y las tres siguientes contra Djokovic (2011, 2013 y 2015). Tuvo un gran final de temporada, con el envión que implica ganar la Copa Davis. Eso sí: ya se encargó de dejar en claro que podría bajarse del torneo en cualquier momento, a causa del embarazo avanzado de su mujer, Kim Sears. "Para mí, mi hijo y mi esposa son más importantes que un partido de tenis'', advirtió. Luego, metido en el universo de Melbourne, analizó el contexto. "Uno siempre piensa en cómo ganarle al mejor del mundo durante la pretemporada. Y en esta pretemporada quizás un poco más. Pero no sólo hay que ganarle a él", consideró Murray, que volvió a trabajar de manera full time con la francesa Amélie Mauresmo.

¿Hay espacio para alguna sorpresa? Históricamente Australia siempre le abrió la puerta a algún resultado inesperado, y de hecho, el primer éxito de Djokovic, en 2008, significó entonces un fuerte impacto. Pero un vistazo general a la última década indica que los títulos de Australia se repartieron entre Djokovic y Federer, con Nadal y Wawrinka como únicas excepciones. Por eso, cualquier otro nombre que surja en las horas decisivas, representará una novedad; ni hablar si es uno que está por fuera de los cinco primeros del ranking, y además, le quita el cetro a Djokovic. Todos contra el número 1: ese es el desafío en la primera gran batalla de la temporada..

Fuente: La Nación